La isla de Man se encuentra en el mar de Irlanda, entre Irlanda, Escocia, Inglaterra y Gales. Tiene 52 km de largo por 22 de ancho, una altitud máxima de 621 m y una población de 86000 habitantes, 30000 de ellos en Douglas, su capital.

La isla estuvo habitada desde la antigüedad y pasó por manos vikingas, noruegas, escocesas e inglesas, plantó cara a las huestes de Cromwell y pasó a depender de la corona británica en 1765, obteniendo progresivamente mayor autonomía hasta ser hoy en día una dependencia de la corona británica. Al igual que sucediera en Irlanda, tuvo mucha emigración principalmente a Estados Unidos durante el siglo XIX, se decía en esa época que los habitantes de Man tenían 4 opciones, ser labriego, pescador, minero o emigrar. Si bien la isla fue destino turístico para ingleses adinerados durante la segunda mitad del siglo XIX, pasó a ser destino de la clase obrera en el siglo XX, hasta que en los años 60 los ingleses empezaron a venir a España mayoritariamente y se tuvieron que reinventar para seguir atrayendo el turismo inglés.

Hoy en día, la isla es un paraíso fiscal donde tienen su sede bancos, aseguradoras, casas de apuestas… aunque no es esa la imagen que se tiene estando allí, sino de una isla muy rural con muchas ovejas y vacas, siendo desde 2016 región mundial de la biosfera de la Unesco. Además, cuenta con recursos turísticos como sus playas, los medios de transporte antiguos (tranvía y trenes) o la famosa carrera TT de motos (final de mayo). Seguir leyendo «Isla de Man»